Vivir la vida a través del Feng Shui es aprender a mirar la naturaleza y sus ritmos.

Hoy estamos en Argentina en la época más fría del año. Las noches son las más oscuras y los días más cortos. En el Norte de mi país vive una cultura ancestral que se mantiene intacta el día de hoy, que sigue muy conectada con la naturaleza y sus ciclos.

Tienen una palabra en idioma Aymará cuyo significado es magnifico: “¡JALLALLA!”.
Esta palabra quiere decir que todo lo que nosotros estamos haciendo y diciendo en este momento se va a concretar. Pero no se va a concretar solamente por decirlo, sino que se va a concretar porque nosotros vamos a trabajar para que así sea, y todo el universo confía en nosotros.

Para la mayoría de las culturas ancestrales, de cualquier lugar del planeta, el invierno representaba un momento de quietud, de inacción, de cierre. Pero a la vez, un punto de partida. Es el momento en el cual arrancaban los calendarios.
No puede haber aun más oscuridad que la oscuridad misma. A partir de este momento ya solo puede haber luz.

El invierno nos trae la promesa de la primavera escondida en el primer brote de un árbol, en ese atardecer en el cual nos damos cuenta que el sol nos iluminó un cuartito de hora más que el día anterior.

Para comenzar ese nuevo ciclo debemos mirar el bagaje que traemos del anterior, ese que estamos despidiendo, para conservar aquello útil que nos va a acompañar en el nuevo camino, y dejar atrás aquello que será un lastre.
Hoy es un día ideal para limpiar nuestra casa y nuestros pensamientos y quedarnos con lo útil. La forma más fácil es simplemente limpiar, barrer, pasar el trapo, sacar la basura.
Los más decididos encararán seguramente el placard, o los lugares en donde se acumulan cosas.

Tirar lo inútil es importante. Pero más beneficioso es donar. No solo donar aquello que no nos gusta o no usamos, sino dar con las manos llenas aquello que pensamos que puede ser útil para el otro. En perfectas condiciones, y como nos gustaría que nos lo diesen a nosotros mismos.

Airear la casa hoy es importante, para dejar entrar ese viento especialmente frío, para que todo quede fresquito y renovado.
Es un día especial para encender la radio a todo volumen, con buena música. Para que llene de buenas vibras cada rincón.

Pero quiero que nos concentremos en otro gesto simbólico, que es sumamente importante. Quiero que el día de hoy se tomen cinco minutitos para hacerlo.
Todos tenemos seguramente un sahumerio.

Quiero que hoy lo enciendas de manera especial y te sientes en el piso, cerquita de él, así podrás sentir su perfume.
Quiero que cierres los ojos y pienses en esas cosas inmateriales que no quieres que te acompañen desde este momento.
Incluye personas, palabras, emociones, creencias, situaciones, desencuentros. Todo.
Lo vamos a poner simbólicamente en un paquete y lo vamos a cerrar con un gran moño violeta. Una vez que nos quedó bien cerrado y hermoso, vamos a sostenerlo en nuestras manos con los brazos extendidos, y lo vamos a soltar y a dejar caer.

En ese momento el paquete se va a sostener en el aire como el humo del sahumerio, y como él, se va a disolver en el aire.
Vamos a agradecer todo eso que pusimos dentro del paquete, que nos dejó algo para aprender, y que ya no vamos a tenerlo más en nuestra vida porque es nuestra decisión soltarlo.

Este gesto incluye el perdonar todo eso que nos dio rencor y que ya dejamos ir, para poder comenzar bien livianitos el nuevo ciclo, cargando solo lo que sí queremos y necesitamos.
Hoy es día de cierre de ciclos, de mirar hacia atrás pero ya con un pie en el umbral.

Mañana, día de la Pachamama, agradeceremos por todo lo bueno recibido durante el año y nos permitiremos pedir más al universo.

¡JALLALLA! ¡JALLALLA!

¡ Gracias por compartir !


Un Saludo
Carmen, Asesora profesional de Feng Shui.

¿Te gustaría realizar una consulta de Feng Shui para tu hogar?
¡Comunícate conmigo!