Si bien el año comenzó hace un poquito más de dos meses, marzo es el mes en el que finalmente la rutina vuelve a formar parte de nuestro día a día.

Las vacaciones quedaron atrás, las escuelas vuelven a recibir a nuestros niños, el clima de a poco va volviéndose otoñal en Buenos Aires.

Los atardeceres relajados en los que no se pensaba mucho qué había que hacer al otro día dejan lugar a las semanas de lunes a viernes y el recreo fugaz de los fines de semana.

Estos meses de verano y de relax, para muchos de nosotros, sirvieron para reflexionar sobre las cosas realizadas y pensar en los objetivos a lograr durante este año. Los meses de vacaciones son ideales para dejarnos ir, soñar y pensar a futuro.

Pero marzo llega firme y debemos volver a nuestras obligaciones. Tenemos la oportunidad de poder realizar durante el año aquello que habíamos comenzado a dar forma en nuestros pensamientos durante los meses de relax.

No hay que perder el foco. Todo aquello que deseamos puede lograrse. Debemos darle prioridad, a pesar de que a veces en el diario surjan imprevistos que nos desvíen de nuestro camino.

Desde el Feng Shui podemos ayudar a nuestro objetivo si podemos decir con nuestras palabras qué es lo que deseamos.

Es importante que lo digamos, ya que nuestro pensamiento tiene capacidad creadora, y nuestra palabra nos abre la puerta para dar el primer paso en su materialización.

¿ Deseamos una pareja estable ? ¿ Deseamos viajar a algún bello lugar ? ¿ Deseamos mejorar las ventas de nuestro negocio ?

Pensémoslo y digámoslo. Si podemos, escribámoslo y hagamos una pequeña lista.

Cada uno de nuestros objetivos de vida fueron analizados hace milenios por esta cultura tan fantástica como es la china, y descubrieron que cada punto cardinal está asociado con cada uno de los aspectos que forman parte de la vida de todas las personas.

Cada uno de estos aspectos está asociado a un elemento que ayuda a darle forma, y se puede potenciar y trabajar en nuestra casa, desde el balance de elementos.

Existen 5 elementos que tienen afinidad por distintos aspectos de vida, o como decimos en el Feng Shui, aspiraciones de vida:

  • Tierra: Representa la estabilidad, la estructura. Nos da el sostén para enfrentar la vida, nos permite volvernos hacia nuestro interior para cultivar nuestra sabiduría interior, nuestro autoconocimiento. Nos permite tener la habilidad de aprender y poder estudiar cosas nuevas. Simboliza a nuestra madre, a nosotras mismas como madres y a la madre ancestral, cálida y nutricia. Nos conecta con nuestros instintos sexuales y da armonía en las relaciones de pareja, estabilizándolas. También favorece todas aquellas relaciones tipo sociedad, en donde se busca un bienestar en conjunto durante muchos años.
  • Metal: Representa el poder, la mente y la comunicación. Nos da la habilidad de interactuar con nuestras amistades, atraer clientes y conseguir ayuda de distintos tipos para poder lograr las cosas con éxito. Expande nuestro horizonte dándonos la posibilidad de viajar y conocer lugares hasta ahora desconocidos. Nos conecta con la divinidad, pero también con el liderazgo  y la autoridad. Representa al padre protector y proveedor, también a nuestro propio padre y a nosotros como padre. Nos conecta con nuestra propia creatividad y nos permite hablar con nuestro niño interior. Representa también a los niños, a nuestros hijos y a nosotros como hijos.
  • Agua: Simboliza nuestras motivaciones internas. Nos da habilidad para comunicarnos específicamente a través de la palabra, y nos conecta con nuestras emociones. El agua es sinónimo de prosperidad. Tiene relación con nuestra carrera profesional y nuestro trabajo.
  • Madera: Es el único elemento de los 5 que posee vida, por lo que representa el crecimiento y la expansión, la vitalidad y lo activo. Nos da la habilidad de realizar proyectos y desarrollarnos como personas, y poder realizar siempre cosas nuevas, dándonos flexibilidad. Moviliza la energía de la salud, y une a la familia. Representa la riqueza, especialmente de dinero.
  • Fuego: Tiene que ver con nuestra autoimagen y la imagen que proyectamos hacia los demás. Es nuestro reconocimiento social y nuestra trascendencia. Nos conecta con nuestra capacidad de acción, para poder enfrentar todo obstáculo. Nos conecta con la calidez y el encanto personal, y también con el entusiasmo y la pasión.

Y tu, ¿ Ya tienes tu lista de deseos ? ¿ Con qué elemento podrías relacionar aquello que deseas ?

¡ El Feng Shui puede ayudarte a materializarlos !

¡ Gracias por compartir !


Un Saludo
Carmen, Asesora profesional de Feng Shui.

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