Son varias las veces que me preguntan sobre cómo deberían ordenar sus hogares, y la verdad no se me ocurre otra cosa más que hablarles acerca de Marie Kondo y su sistema del orden, que ella denomina “Método Konmari”.

Es una joven emprendedora japonesa que desde chica le encantaba ordenar el placard a sus padres. Luego lo hizo con sus otros parientes y con sus amigos hasta que ideó un sistema para ordenar toda la casa. Como era realmente buena en eso, su hobbie creció y hoy es su sistema de vida. Escribió varios libros que hoy son best sellers, e incluso tiene una academia en donde enseña a nivel profesional su sistema.

Ella sostiene que ordenar la casa ayuda a ordenar la vida. El desorden de los objetos es el reflejo de un desorden interior.

Como vemos, su fundamento es similar al del Feng Shui, y es lo que yo creo también en Armonizo tu casa.

Solemos conservar objetos que realmente no necesitamos. Muchas veces sabemos que no lo vamos a utilizar, y aun así lo conservamos. Seguimos unidos a él porque nos recuerda a algo, nos produce una determinada emoción, que puede ser placentera o triste. Esto nos lleva de alguna manera a nuestro pasado y no nos deja avanzar.

La felicidad del orden.

Para avanzar hay que dejar espacio para lo nuevo. Ayuda a liberarnos de un peso y a quedarnos solo con lo que necesitamos, con aquello que podemos conservar en nuestra mente.

Ayuda a ordenar ideas.

Tampoco quiero decir que hay que tirar todos los recuerdos de nuestra abuelita. Pero a veces hay gente que solo posee este tipo de cosas y cree que no tiene espacio para algo nuevo.

A veces todo lo que tenemos en uso está en desorden, y creemos que nos falta espacio (aunque tengamos suficientes lugares de guardado).

Lo que pasa es que retenemos el pasado, no lo soltamos, y hay una incertidumbre hacia el futuro. Como el futuro provoca miedo, inconscientemente no le damos lugar. Físicamente esto se ve en la casa como desorden en los objetos de uso cotidiano.

La felicidad del orden.

El desprenderse de lo realmente inútil, soltar el pasado, y mantener en orden nuestra casa produce en nosotros un estado de apertura hacia el futuro. Nos permite ordenarnos mentalmente y permitir que cosas nuevas nos sucedan.

Ordenar no es almacenar.

Hay un concepto que ella denomina “efecto rebote”.

Es lo que pasa cuando las personas que quieren ordenar algún espacio de su casa, seleccionan todo aquello que no usan, lo clasifican de forma ordenada, buscan un rincón y lo depositan ahí otra vez para no utilizarlo jamás.

De esta forma, todo espacio de guardado de la casa termina lleno de cosas inútiles, y muchas veces se compran más muebles por “falta de espacio”, cuando en realidad sobra. Jamás debemos comprar nuevos muebles solo porque creemos que nos falta espacio.

Con el efecto rebote el desorden comienza de nuevo.

La organización empieza por la eliminación.

La felicidad del orden.

Solo debemos conservar los objetos que nos hagan felices o útiles. Si nos resultan indiferentes o incluso nos producen alguna emoción negativa no tenemos por qué seguir conservándolo. Su única función es obstruir.

Los objetos que nos dan felicidad no nos producen ninguna duda. Si tienes que pensar demasiado en si tirar o no algo, la respuesta es sin dudarlo: tíralo a la basura. Eso es desapego.

Eso sí, antes de deshacerte de algo, siempre siempre siempre, dale las gracias por haber compartido experiencias juntos, por los servicios prestados, y despídete de él. Esto ayuda a no tener sentimientos de culpa por haberlo desechado.

Desprenderte de lo inútil es el primer paso de su método.

Lo que ella propone es:

  • Ordenar por la mañana, porque la mente esta despejada.
  • Hacerlo tranquilamente, con una música suave que nos acompañe, nada estridente.
  • A solas, que nadie influya en tus decisiones.
  • Primero, ocuparse de las cosas personales, lo más fácil es la ropa. Luego seguir con otros sectores que compartas con la familia.
  • Dejar para lo último los objetos que tengan un contenido emocional. Los recuerdos son lo más difícil de ordenar.
  • Cada cosa a clasificar tomarla de a una con ambas manos para valorar que emoción nos produce.

Este tema del orden da para hablar muchísimo.

La felicidad del orden. marie konfo

En la próxima nota quiero hablarles de su sistema en sí, de cómo doblar y acomodar la ropa en un placard, trucos prácticos de guardado y una idea general de lo que uno tiene que tener en cuenta para saber si un objeto merece ser conservado.

Mantener el orden en nuestro hogar es el primer paso para que la Energía de una casa fluya en armonía. El orden aclara nuestro mundo interior permitiéndonos concentrarnos en aquello que realmente importa.

El orden nos facilita estar en nuestro “aquí y ahora”.

¡ Gracias por compartir !


Un Saludo
Carmen, Asesora profesional de Feng Shui.

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