La necesidad de realizar una limpieza energética de una casa es una costumbre que se realiza en muchas culturas. Sin irnos tan lejos como a la china, entre la gente del norte de nuestro país existe la costumbre muy conocida de rendirle culto a la Pachamama que se realiza durante el mes de agosto. Durante estos festejos, es habitual realizar el “sahumado” de los hogares, que es esto mismo que les propongo en este momento, con algunas variantes.
Estamos despidiéndonos del verano, y contamos con una luna menguante. Esto será así hasta el día de San Patricio, el 17 de marzo en que cambiará a su fase de luna nueva. Esta luna menguante es propicia para realizar una limpieza energética en nuestros hogares para recibir renovados el otoño, ya que es la última del verano.
La limpieza energética es un factor clave también en el Feng Shui. De la misma manera que los objetos acumulan polvo y grasa, los lugares guardan una impronta de la vida que ha transcurrido en ellos y quedan registrados a nivel energético los acontecimientos que han tenido lugar. La energía relajada del verano no es la misma que necesitamos para comenzar nuestras actividades rutinarias a lo largo del año que comienza, al menos en lo laboral, de una manera más activa.
El quedar conectados con esa energía tan agradable y relajada de nuestros días de descanso no es aconsejable para focalizarnos en conseguir objetivos productivos y “ponernos en acción”.
Antes que nada, me gustaría que te dispongas a realizar esta limpieza en un momento de tranquilidad, que no haya niños dando vueltas, y que nadie te llame por teléfono, así no tendrás molestias y podrás concentrarte en lo que vamos a realizar.
La limpieza se realizará durante el día con todas las ventanas de la casa bien abiertas. Si no te sientes bien de salud o anímicamente, deja la limpieza para otro día.
Lo ideal es que te vistas de colores claros y que no estés usando ningún adorno metálico, ningún aro o anillo o collar, nada.
La limpieza se debe hacer en silencio, sin música que te acompañe. La idea es hacerlo bien a conciencia, y no perder de tu mente la intención con la que la vas a realizar, que es focalizar tus energías hacia tus actividades cotidianas y los logros que deseas conseguir.
Lo primero que hay que hacer es realizar una buena limpieza tradicional a fondo, pasar una buena aspiradora o escobillón, ventilar bien, abrir los grifos durante unos minutos y tirar varias veces la cadena del inodoro. La suciedad produce un Chi de poca calidad y llena el espacio de energía muy pesada. El polvo se carga fácilmente con energía estática y puede producirnos dolores de cabeza, y ni hablar de las alergias. Luego de aspirar o barrer, limpia los pisos con agua y sal gruesa, luego, vuelve a repasar esta vez con tu producto tradicional de siempre.
Para la limpieza energética, puedes utilizar varias varitas de sahumerios a la vez, para conseguir gran cantidad de humo, o puedes quemar en recipiente un poco de romero seco o salvia mezclado con un poco de sal y unas gotas de alcohol de romero (esta mezcla produce mucho humo y es muy purificador). Podes utilizar palo santo, o algunas hojitas de laurel con carboncitos que venden para estos fines. En este momento del sahumado debes cerrar todas las ventanas.
Se empieza por la habitación más alejada de la puerta de entrada y desde donde esté situada la ventana muévete en el sentido de las agujas del reloj rodeando la habitación y moviendo hacia arriba y hacia abajo los sahumerios, haz como si pintaras las paredes, prestando especial atención a las esquinas, hasta llegar a la ventana por la que empezaste, con la intención de sacar la energía enferma hacia el exterior.
Repite el proceso en todas las habitaciones, siguiendo el orden desde la más alejada de la puerta de la entrada hasta el recibidor. Si no hay ventana en alguna habitación, empieza desde la puerta y arrastra hacia el exterior.
Cuando hayas terminado lo correcto es salir de la casa durante un rato. Después entrar de nuevo y abrir todas las ventanas nuevamente, y darte una ducha y colocar tu ropa a lavar.
Para finalizar, debes sellar el trabajo con sonido. Puedes utilizar cuencos tibetanos, música clásica o algún tipo de música relajante que te inspire. Cierra las ventanas si lo deseas, si ya no queda nada de humo. La música debe escucharse en todos los rincones de la casa, debes subir el volumen de tu equipo o recorrer todas las habitaciones con algún instrumento.
En los trabajos energéticos, la intención es un factor clave, así que concéntrate en el objetivo principal que quieras lograr durante todo el proceso, dejando atrás el pasado y abriendo las posibilidades para lo que comienza.
A ponernos en acción!
¡ Gracias por compartir !
Un Saludo
Carmen, Asesora profesional de Feng Shui.
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