Cuando uno hace feng shui en la casa, lo que hace es analizar los distintos sectores, dividiéndolos en nueve sectores iguales, cada sector corresponde con alguna orientación. Cada orientación representa algún miembro de la familia y algún aspecto de la vida de la persona.

A veces pasa que un determinado sector está ausente, porque tenemos algún entrante en la casa, o presentamos algún tipo de problema, como humedad, algún caño roto, o en ese lugar tenemos desorden, porque funciona como depósito, o tenemos una determinada habitación de la casa, como puede ser un baño, o la cocina, un lavadero o el comedor.

De acuerdo a lo que uno tenga en un sector de la casa, va a representar una cosa determinada. Por ejemplo, si tenemos en el sector de las finanzas, más allá de cual sea la orientación, y el hemisferio donde vivimos, si en este sector tenemos el baño, que es lo más fácil de ver, esa agua que se va por el desagüe cada vez que descargamos el inodoro, va a simbolizar pérdida de dinero.

Por eso para el feng shui es muy importante que todos los sectores de la casa estén representados, por ejemplo, cuando tenemos una faltante, recordar que ese sector de vida forma parte de nuestra vida, y colocar en esa faltante alguna luz o alguna planta, de manera simbólica, que eleve la energía de ese sector y cierre el campo áurico. También lo podemos hacer, colocando piedras, como las obsidianas o las amatistas.

También podemos analizarlo en el interior de nuestro hogar, y analizar que tenemos en  ese sector. La decoración interna nos indica como estamos manejándonos nosotros con esa área de vida, con nuestro propio abordaje personal.

Por ejemplo, si nosotros estamos  analizando el área de la creatividad y de los hijos, deberían predominar los tonos tierra o los tonos metálicos, es decir, los blancos, los grises, los amarillos, los marrones. Y sin embargo encontramos que nosotros tenemos la pared toda pintada de verde.

Esto nos va a decir que hay un desgaste sobre el elemento metal, que deberíamos estar alimentando con tierra.

Si recordamos el ciclo de los elementos, el metal se extrae de la tierra, es decir, la tierra alimenta al metal. El elemento madera agota a la tierra, y desgasta al metal.

Esta madera lo que hace sobre este sector metal es desgastarlo, es decir, volver poco funcional nuestra creatividad para enfrentar la vida, nuestra capacidad de tener hijos, o si ya los tenemos, sobre nuestra relación con ellos.

A veces pasa que nosotros tenemos bien representado este sector en la estructura de la casa, y sin embargo lo tenemos mal trabajado en el interior. A veces esto sucede cuando no tenemos registro de la situación, es decir, tenemos mala relación con nuestros hijos, nos peleamos a cada rato, pero en el día a día lo tomamos como algo natural. No lo vemos en nuestro comportamiento.

Esto se puede leer en la casa, si aprendemos a leer el lenguaje del Feng Shui.

Lo maravilloso de esto es que desde el Feng Shui lo podemos evidenciar al traducir el código de cada casa, su lenguaje. Y con ese mismo lenguaje, incorporar las curas.

La manera en la que lo vamos a hacer es en primer lugar desde la toma de consciencia. Debemos tomar conciencia de que tenemos ese problema. Ese es el primer paso. Y después podemos, en este caso hipotético que les propongo, pintar la pared de blanco.

Con ese hecho de pintar la pared de blanco, que es un color afín y positivo para nuestro sector de los hijos, vamos a estar enviándonos a nosotros mismos, a nuestro subconsciente, el mensaje de que hay un cambio.

Es nuestro subconsciente el que en realidad habla el lenguaje del Feng Shui a la perfección, y entiende que al realizar ese cambio físico en el hogar, como puede ser el cambio en el color de una pared, estamos introduciendo un cambio de patrón estructural, y que nuestro comportamiento debería acompáñalo. Al hacerlo consciente es más fácil, ya que pondremos todos nuestros esfuerzos en ello, y será más efectivo el mensaje.

Y quizás ese detalle del cambio de color provoque un click, que haga que quizás queramos hablar un poquito más por teléfono con nuestros hijos y comencemos a llevarnos mejor, o que seamos capaces de encontrar creativamente nuevas soluciones a las cosas.

Eso es lo que podemos hacer con el feng shui.

Para mi es una herramienta muy grande de autoconocimiento. Y también una herramienta para acompañar los cambios que deseamos.

Nuestra casa nos habla y nos dice claramente donde están nuestras dificultades y nuestras fortalezas, y como podemos organizarla para tener armonía en nuestras vidas.

Pero realmente no es mágico. Siempre debemos hacer un viaje hacia nuestro interior, y volvernos conscientes de aquello que queremos, y también aceptar que a veces no estamos haciendo las cosas de la manera correcta. Si realmente podemos asumir eso, el Feng Shui será efectivo y podremos cambiar hacia una situación positiva y de crecimiento.

¡ Gracias por compartir !


Un Saludo
Carmen, Asesora profesional de Feng Shui.

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