Como vimos en la nota anterior, desprendernos de lo inútil o de aquellas cosas que no nos hacen felices, y hacerlo con gratitud, nos aclara la mente y ordena nuestras ideas. Nos permite despedirnos de nuestro pasado, vivir intensamente nuestro presente y abrir nuestra mirada al futuro.

Con el método Konmarie, cada decisión que tomamos para conservar cada cosa de nuestro hogar la basamos en NUESTRA FELICIDAD.

Aquí te voy a dar los trucos prácticos de este sistema para que puedas llevarlos a cabo en tu casa.

Ella recomienda ordenar las cosas por categoría, no por lugar. Esto quiere decir que debes ordenar toda la ropa a la vez y no ordenar una habitación, por ejemplo. El día que ordenas la ropa, ordenas la tuya, la de tu pareja, la de tus hijos, toda la ropa de la casa junta. Y otro día seguís con otra categoría, por ejemplo, los libros y papeles.

  • La ropa es lo más fácil de ordenar y recomienda comenzar por ahí, por el placard.

El día que ordenas una categoría debes terminar de hacerlo. Todo de una vez, sin descanso, es decir que si estas ordenando y clasificando la ropa,  no dejes ropa para ordenar para el día siguiente.

No debe haber interrupciones, y lo ideal es hacerlo a solas. Cada objeto a clasificar debe ser tomado en las manos uno a uno. Con ese contacto, realmente podemos valorarlo correctamente.

Poniendo orden

Nunca debemos llevar objetos a otro sitio. Por ejemplo, no debemos tomar el hogar de nuestros padres como archivo. Lo único que haremos con esto es molestarlos, y olvidar que los habíamos dejado allí. Así que esto es un “NO DEBES HACERLO” gigante. Tampoco son buena idea las bauleras.

  • Otro concepto es que “si no lo ves, no existe”. Esto es una regla para todo su método de ordenado. Todo debe estar en un solo sitio, accesible y a la vista.

Con respecto a los papeles y documentos, solo debemos guardar los estrictamente necesarios y aquellos que estén vigentes, archivándolos todos en el mismo sitio dentro de carpetas.

Fotos, regalos, recuerdos, y en general los objetos de valor sentimental son los más complicados de tirar. Por eso debemos dejarlos para el final, cuando ya hemos hecho un buen trabajo y podemos estar listos para clasificarlos.

La ropa:

Al clasificarla deberías normalmente quedarte con un tercio de lo que tienes. Solo conservar lo que realmente usas.

No hace falta guardar la ropa de otras temporadas, es decir, clasificar en verano o invierno. Toda la ropa debe estar visible y accesible al mismo tiempo.

No guardes ropa vieja para usarla como piyama. Seguramente tendrás un cajón de pijamas bastante cargado de los cuales seguirás utilizando los mismos dos o tres pijamas de siempre. Recuerda que el objetivo de esto no es parecer un mendigo dentro de tu hogar.

  • Los contenedores o cajas solo complican todo y hacen difícil mantener la clasificación por categorías.

Poniendo orden

La ropa colgada ocupa más espacio que doblada y es más difícil de ver y seleccionar. Solo debes colgar lo necesario como las camisas o la ropa delicada. Lo ideal es que al colgar la ropa, coloques lo más largo o pesado a la izquierda y lo más liviano y más corto a la derecha. Así es más fácil de agarrar.

Cada ropa de un tipo debe estar en un solo lugar, es decir, todas las remeras juntas, todas las medias juntas y así. Con un solo cajón para las remeras es suficiente, no deberíamos tener dos o más, sino, perdemos el control de lo que tenemos.

No debes apilar. Las cosas que quedan abajo quedan en el olvido y además se arrugan o desacomodan. Todo debe estar visible siempre.

Uno de sus mayores trucos para guardar es hacerlo en vertical, de tal manera que todo parezca ser una especie de biblioteca de prendas, clasificándolas por colores, las más claras delante. Ahora te enseño como hacerlo.

El truco está en el doblado.

Poniendo orden marie kondoDebes estirar la prenda como lo harías normalmente, alisando toda arruga, acomodando cuellos y mangas. Dóblala normalmente, y luego haz dos pliegues más. Al hacerlo, debes “testear” estos dobleces colocando la prenda “parada” para ver si queda en vertical.

Luego acomoda las prendas en el cajón. Y ya está. Como ven, el truco es fácil.

Calcetines: debes doblarlos en parejas de tal manera que queden parados solos en vertical, y acomodarlos todas visibles en un mismo cajón.

Toallas: A mí me funciona apilarlas por tamaños, toallones, toallas y las pequeñas toallas de mano en pilas separadas. Siempre dobladas hacia el mismo lado, de tal manera que quede su frente visible y fáciles de agarrar sin desarmar. Prefiero que sean todas del mismo color.

Sábanas: Lo ideal es que no haya más de tres juegos por cama. Es decir, una en uso y dos de reserva. Doblarlas por juegos dentro de una funda de almohada ayuda a que no se mezcle todo. Deben guardarse dentro de la habitación en donde esté la cama que puedan vestir.

 

  • Cuando ordenamos una habitación o un armario, no estamos simplemente moviendo objetos o prendas de sitio y tirando o desechando lo viejo en desuso. Se trata de ordenar ideas.

El espacio en el que vivimos debe ser para la persona que deseamos ser, no para la persona que fuimos en el pasado.

Esta tarea tan simple de ordenar un placard, puede mejorar tus habilidades para tomar decisiones a la vez que ordenas tu hogar.

Quizás sea un disparador para saber lo que realmente quieres hacer en la vida, y te ayude a cambiar de trabajo, a conseguir pareja o animarte a hacer ese viaje al otro lado del mundo.

Este método de ordenado se basa en tus sentimientos. Pudiste ordenar y clasificar todo objeto físico que forma parte ahora en tu vida basado solamente en tus emociones. Por eso sus seguidores dicen que su método trae felicidad.

Esta limpieza es necesaria para mejorar nuestro bienestar,  creando espacio en nuestras vidas para abrirnos a nuevas experiencias, a lo desconocido, y salir de nuestra zona de confort, abrirnos a vivir el presente y construir nuestro futuro.

Después de todo, solo se trata de ser feliz.

¡ Gracias por compartir !


Un Saludo
Carmen, Asesora profesional de Feng Shui.

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